Dime que estás ahí,
que esto es sólo un sueño, un mal sueño que pronto
terminará.
Dime que al compás de mis pensamientos, también tú me
anhelas.
Dime que en el día no hay sol si estamos separados,
que la agonía se verá recompensada porque no hay dolor que
no preceda a una felicidad inmensa.
Dime que estás ahí, desde entonces, ahora y cada día de
nuestra existencia.
Que tu respiración se convierte en suspiro cuando piensas en
mí…
Dime que no eres ajeno y que piensas en mí como yo en ti.
Dime que cuando visitas mis sueños es porque estás conmigo a
la distancia velando por ambos.
Dime todo y deja la nada en el olvido.
Dime, dime que quieres que te diga lo mismo.
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