martes, 31 de julio de 2012


¿De dónde emana la fuerza?

Mis manos están rendidas. Mi dolor es transparente. 
Aunque maquillarse se trate, el cuerpo se revela y le da su lugar e importancia.

No hay mayor calidez que la que encuentro entre tus brazos. Se paraliza el mundo. Soy tierra, agua, aire y fuego. No hay mayor paz que la que siento envuelta en un abrazo tuyo. Soy tú y tú eres yo. Somos uno... Somos.

“-¿Cómo te sientes?. -No lo sé” Es lo previsto y más doloroso y reconfortante que he pasado. Es saber la imposibilidad, tocando por breves instantes la felicidad. Con todo este amor, qué difícil aceptar que No.

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