¿De dónde emana la fuerza?
Mis manos están rendidas. Mi dolor es transparente.
Aunque maquillarse se trate, el cuerpo se revela y le da su lugar e importancia.
No hay mayor calidez que la que encuentro entre tus brazos. Se paraliza el mundo. Soy tierra, agua, aire y fuego. No hay mayor paz que la que siento envuelta en un abrazo tuyo. Soy tú y tú eres yo. Somos uno... Somos.
“-¿Cómo te sientes?. -No lo sé” Es lo previsto y más doloroso y reconfortante que he pasado. Es saber la imposibilidad, tocando por breves instantes la felicidad. Con todo este amor, qué difícil aceptar que No.