martes, 19 de junio de 2012

(Pintura de Marco Marquez Martínez)


Sí. Es tiempo. No, no es fácil. No es fácil despedirse de un anhelo. No es fácil decir adiós a la felicidad tocada. No es fácil dejar atrás a esa persona que despertó ese amor tan puro y auténtico. No, definitivamente no es fácil hacer a un lado lo sentimientos vividos que se deseaba fueran revividos y más bien fueron reprimidos.
Has sido testigo de mis varios intentos fallidos de aceptar la imposibilidad a lo nuestro. Desde reacciones extremistas a aquellas que me llevabas tan cuidadosamente de la mano con todo y esa imposibilidad.
Has escuchado pacientemente mis penas, mis enojos, mis ruegos.
Es tiempo de despedirme, no puedo seguir enojada con la imposibilidad. No debo. 
Es tiempo de reconocer que pese a no poder ser, fui bendecida por haber sido contigo porque sé que incluso para esta última fase también cuento con tu apoyo.
Han sido unos años extraordinarios. Le inyectaste vida a mi vida y me ayudaste a sentirme feliz siendo yo misma estando con otra persona.
Qué difícil ha sido este último tiempo marcado por la imposibilidad después de sincerar el intenso vínculo que existe en los dos, pero qué agradecida por abrirme los ojos en ver lo que sí quiero y busco como pareja.
Quiero ser yo como era contigo. Quiero ser abrigada, respetada, admirada, protegida y consentida como lo hacías conmigo. Quiero sentirme libre de pensamiento y de opinión como lo era contigo. Quiero ser escuchada y quiero ser debatida como lo hacías conmigo. Quiero entregarme y sentir entrega como sucedió contigo... quiero tantas cosas que en pocas palabras puedo concluir que quiero sentirme amada como me sentí contigo...
Sí, es tiempo y debo prepararme para esta dolorosa pero necesaria despedida.

lunes, 18 de junio de 2012


"No es que muera de amor, muero de ti. 
Muero de ti, amor, de amor de ti, 
de urgencia mía de mi piel de ti, 
de mi alma, de ti y de mi boca 
y del insoportable que yo soy sin ti. 

Muero de ti y de mi, muero de ambos, 
de nosotros, de ese, 
desgarrado, partido, 
me muero, te muero, lo morimos. 

Morimos en mi cuarto en que estoy solo, 
en mi cama en que faltas, 
en la calle donde mi brazo va vacío, 
en el cine y los parques, los tranvías, 
los lugares donde mi hombro 
acostumbra tu cabeza 
y mi mano tu mano 
y todo yo te sé como yo mismo. 

Morimos en el sitio que le he prestado al aire 
para que estés fuera de mí, 
y en el lugar en que el aire se acaba 
cuando te echo mi piel encima 
y nos conocemos en nosotros, 
separados del mundo, dichosa, penetrada, 
y cierto , interminable. 

Morimos, lo sabemos, lo ignoran, nos morimos 
entre los dos, ahora, separados, 
del uno al otro, diariamente, 
cayéndonos en múltiples estatuas, 
en gestos que no vemos, 
en nuestras manos que nos necesitan. 

Nos morimos, amor, muero en tu vientre 
que no muerdo ni beso, 
en tus muslos dulcísimos y vivos, 
en tu carne sin fin, muero de máscaras, 
de triángulos oscuros e incesantes. 
Muero de mi cuerpo y de tu cuerpo, 
de nuestra muerte ,amor, muero, morimos. 
En el pozo de amor a todas horas, 
inconsolable, a gritos, 
dentro de mi, quiero decir, te llamo, 
te llaman los que nacen, los que vienen 
de atrás, de ti, los que a ti llegan. 
Nos morimos, amor, y nada hacemos 
sino morirnos más, hora tras hora, 
y escribirnos y hablarnos y morirnos."
(Jaime Sabines)

domingo, 17 de junio de 2012



"Por qué se me fuga el amor de la celda en que lo guardé, al descubrir que amarte no tenía objeto. Que por mucho amor que te entregara (apasionado, pródigo, sincero), no me darías algo que nunca supieron parir tus sentimientos.
Sin embargo, aún a mí (y mira que ha corrido el tiempo), de vez en cuando y a traición, se me desborda de amor el pecho. Y me sube a la garganta (parece que me asfixiara un sutil pañuelo) hasta que un suspiro que mana del corazón acude a aliviarme del duelo.
Entonces la riada cede y todo el amor, mío, íntimo, huérfano, se repliega y cierra la reja de su prisión, allá al poniente de mi pecho.
Alguna fugitiva lágrima queda como testigo del hecho, hace surco en mi mejilla y va a morir a mi pelo." (Trini Reina)

sábado, 16 de junio de 2012


Vaya manera de extrañarte. 
Mi corazón te reclama y a cada momento resulta más difícil aferrarse a la esperanza de que encuentres el camino al nuestro. 
Vaya, vaya forma de pensarte… soñarte… anhelarte.

Desde aquí


Estoy contigo. A la distancia, pero contigo.
Y tú, tú estás conmigo en mis pensamientos y en mis oraciones.
Deseo tanto que estés bien.
Deseo y pido. No puedo hacer más. No debo.
¿Así debe ser? Quizás.
Estoy contigo a la distancia deseando estar a tu lado.
Toco el cielo y doy una plegaria por ti.
Camino en las nubes y grito tu nombre.
¡Debes estar bien! Debes ser fuerte
Estoy contigo. Desde aquí y desde entonces.
¡Estoy contigo! Siéntelo. Siénteme y regresa a ti.

(7/9/12)

jueves, 14 de junio de 2012


Esta ausencia de ti y de mí me está enloqueciendo.
No estoy en mí… simplemente no estoy.
Vago en la soledad de un mundo lateral a éste.
¿Dónde me has dejado?
Sé que encontraré el camino de regreso a mí. Siempre lo encuentro.
¿Tú lo encontrarás?
Un deseo surge en mi interior… ¡No me pierdas!... al menos no te pierdas a ti.

(Julio 2011)

miércoles, 13 de junio de 2012

¡Te encontré!
Te encontré y no voy a dejarte nuevamente.
Tantas vicisitudes han pasado... tantas vivencias...
¡Ya era tiempo de volver a estar aquí!